alfredo lèal: Ohio

"[...] EL ASOMBRO ANTE EL VASTO PANORAMA QUE A DIARIO OFRECE LA EXISTENCIA."[...]

Leer contraportada


El autor en radio UACM, sobre Ohio

V. La noche anterior, después de incontables bebidas, en alguna parte de la casa.— ¿Qué haces? —dijo ella.

— Pienso —dijo él.
— ¿En qué piensas? —dijo ella.
— En nada —dijo él.
— En serio, ¿en qué piensas? —dijo ella.
Silencio.
— No pertenezco a este sitio. No me llena —dijo él—. Este lugar, esta penumbra, esta gente, no me llenan. Y luego pienso que una vez que sabes que no perteneces a algo, debes saber a qué sí perteneces. Es como un acertijo con una sola respuesta posible. Sin embargo, cuanto más tratas de encontrarla, más vacío te sientes. Es como si una vez que sabes que no formas parte de un sitio no pertenecieras a ninguno. Quizá Ningunaparte, ahí es a donde perteneces cuando no perteneces a ninguna parte. Y entonces, como no puedes estar en ninguna parte, porque tu estado actual es estar en alguna parte, cuando miras alrededor comienzas a sentirte vacío.
Diana se amarró con los brazos de él, presionando su desnudez contra su cuerpo. Él veía hacia el bulbo de luz, quien a su vez los veía a ellos. Ella no veía algo, quizá veía nada porque su mirada se desvanecía en cada objeto de la pieza, como si todo eso fuera parte de su mirada, o como si ésta existiese sólo para ver cada objeto y transformarlo en la nada, la cual había sido nombrada un millón de veces antes en cada lenguaje existente. Aunque para cada uno de éstos fuera siempre el mismo sonido: silencio. Y el silencio estallaba en sus ojos como si el aire sollozara.
— ¿Por qué escribimos, entonces? —dijo ella.
— ¿Qué? —dijo él.
— ¿Por qué escribimos, o dibujamos o vemos la televisión? ¿Por qué hacemos todo eso? — dijo ella.
— Porque nos encanta creer que pertenecemos a algo —dijo él—. Aunque no vale la pena. La tierra es vasta en nada y necesitábamos nombrarla antes de consumirla para sentirnos superiores a ella. Es por eso que necesitamos encontrar una explicación para todo. Es triste, pero hoy día mucha gente cree en la ciencia. Y luego tú me preguntas, ¿por qué seguimos haciendo arte? ¿Por qué persiste la gente pese a que se ha comprobado que sólo somos un montón de átomos y partículas coexistiendo los unos con los otros?
Porque amamos las mentiras, por eso.
— Because the machine of the world is too complex for men’s simplicity
—dijo ella.
[...]


Alfredo Lèal, “Sainte y los amantes ingenuos”, en Ohio, Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2007, págs 89-90. Premio Nacional de Narrativa María Luisa Puga 2006

No hay comentarios: